Tesoros de la Necrópolis Celtibérica de Clares. El “Collar Sideral de la Sacerdotisa del Sol”
El “Collar Sideral de la Sacerdotisa del Sol”
Como anunciábamos en el artículo anterior dedicado a la necrópolis celtibérica de Navafría de Clares, vamos a tratar ahora dar a conocer alguno de los mayores tesoros encontrados en su excavación, allá por el año 1915, y que en la actualidad pueden admirarse en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid.
En una primera parte de este artículo, nos centraremos en el llamado “Collar Sideral de la tumba 53” para, en una próxima entrega, hacerlo sobre otras dos piezas: la primera identificada por el Marqués de Cerralbo como una “diadema”, y la segunda, formada siete hojas de hierro dobladas, y que actualmente se consideran podrían recubrir parte de la “vaina” de una espada.
- El hallazgo:
El “collar Sideral” sería encontrado por el Marqués de Cerralbo, Don Enrique de Aguilera y Gamboa, durante las excavaciones en la Necrópolis de Navafría, situada en el término de Clares, en torno a 1914, siendo sin duda, una de las piezas más importantes halladas durante las mismas.
Entre las 58 etiquetas manuscritas, que todavía se conservan en el Museo Arqueológico Nacional, descriptivas de las diversas sepulturas, con su situación y el contenido de los ajuares, el hallazgo del collar lo sitúa el Marqués en la tumba número 53. Su etiqueta es la siguiente:
Pueblo de Clares
Sepultura 53
Tumba de mujer (a lápiz, sobre hombre tachado) contiene varias pulseras, anillas, fíbulas rotas y otros objetos hallados a la profundidad de 1 metro 10 centímetros, no había cacharro, solo una piedra para la tumba de 80 cm. de larga por 39 de ancha.
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Hay que señalar que el criterio seguido por el Marqués para la asignación de cada ajuar a un difunto de un sexo u otro, se basó en general en el de presencia de adornos = mujer, o de armas = hombre. Siguiendo tal criterio, en esta etiqueta, sobre la adscripción inicial a un hombre, lo corrige escribiendo la palabra mujer, a lápiz.
La referencia en la etiqueta a la ausencia de cacharro, debe entenderse como la falta de urna de incineración de cerámica que contuviese las cenizas del difunto enterrado. Así mismo, nos indica el tamaño de la piedra usada como estela para señalar esta tumba, dato aportado tan sólo en otras nueve etiquetas, siendo el mayor de todas ellas.
Por otro lado, si observamos las fotografías realizadas por Juan Cabré para la catalogación y documentación de los ajuares encontrados, notamos que existe entre él y el Marqués una discordancia en el número de la tumba donde se habría hallado el collar. Así, en la foto nº 4007 de Cabré, aparece el collar con una etiqueta manuscrita en su interior en la que se indica “Clares. Sepultura nº 59”. De la misma forma, en la foto 4026 de Cabré, aparecen objetos como brazaletes, fusaloyas, cadenillas, un pasador, etc. con una etiqueta manuscrita con idéntica adscripción que la anterior: la tumba nº 59. Sin embargo, estas fotos fueron publicadas por el Marqués en su obra de 1916 “Las Necrópolis Ibéricas” como parte de la sepultura de la gran sacerdotisa del sol, la sepultura número 53. Así pues, parece muy seguro que ambas fotos pertenecen a objetos de un mismo ajuar.
Fotos del collar (variación) y del ajuar adscrito a la tumba nº 59, realizadas por Juan Cabré.
Indistintamente del número de la tumba donde se encontrase, fuese la nº 53 o 59, la noticia del descubrimiento de este collar en la necrópolis de Navafría...
El artículo completo, y todos los demás de este blog, los puedes encontrar en el libro recopilatorio:
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