Año 1452: toma de Villarroya por el Conde de Medinaceli y venganza sobre nuestras aldeas.
Si por algo se caracterizaron las
relaciones entre los reinos cristianos peninsulares durante la primera mitad
del siglo XV, fue sin duda por los continuos enfrentamientos más o menos
constantes entre ellos. Este fue el caso de los reinos de Castilla y Aragón,
quienes se enzarzaron continuamente en guerras y escaramuzas que afectarían
gravemente sobre todo a los territorios fronterizos. Las cabalgadas y algaradas
en territorio enemigo se sucedieron casi de manera ininterrumpida por ambos
bandos, tratando de saquear y conquistar los castillos y aldeas fronterizos,
tanto con fines militares como para obtener fáciles botines, siendo emprendidos
unas veces a instancia del propio monarca y otras de forma individual por los
propios señores feudales cuyos dominios hacían frontera.
Desde 1426 reinaba en Castilla
Juan II, hijo de Enrique III y Catalina de Lancáster. Con tan sólo 2 años de
edad fallecería su padre, quedando entonces bajo la tutela de su madre y de su
tío paterno, Fernando de Antequera, quien tras el Compromiso de Caspe en 1412,
abandonaría Castilla para ocupar el trono de la Corona de Aragón hasta su
muerte en 1416. A Fernando I de Aragón le sucedería su hijo primogénito Alfonso
V, quien trasladaría la corte a Nápoles, dejando en manos de su hermano y rey
consorte de Navarra Juan II casi por completo los asuntos concernientes a sus
territorios peninsulares. A la muerte de Alfonso V en 1458 sin descendencia,
Juan II heredaría el trono de la Corona de Aragón titulándose rey de Aragón,
Navarra, Valencia, Mallorca, Sicilia, Córcega y Cerdeña.
Enfrentados en continuas discordias
entre 1446 y 1450 Juan II de Castilla y el Lugarteniente de Aragón y Cataluña
Juan II de Navarra, el IV Conde de Medinaceli, Gastón de la Cerda y Sarmiento,
es nombrado capitán general de la zona fronteriza con Aragón por el rey
castellano. Asentado con sus tropas en la fortaleza de Gómara (Soria), su
misión sería causar el máximo daño posible en la frontera aragonesa e intentar
tomar la plaza de Peña Alcázar, fortaleza situada entre las sierras de Deza y
el Costanazo, en tierras de Soria, ocupada desde 1447 por los navarros. Ante
esta amenaza, Juan II de Navarra es nombrado general de los aragoneses,
mientras que las Cortes aprueban un gasto de 20.000 florines para dar sueldo a
400 caballeros durante tres meses, trasladándose estas tropas navarras y
aragonesas a la frontera amenazada por el Conde de Medinaceli.
La batalla entre aragoneses y
castellanos se produciría en 1448 cerca de la fortaleza de Gómara, dando como
resultado la victoria de los primeros y la toma como prisionero del Conde de
Medinaceli junto con otros caballeros castellanos. Una vez cautivo, el Conde sería
trasladado a la localidad fronteriza aragonesa de Villarroya (hoy Villarroya de
la Sierra), perteneciente a la Comunidad de Calatayud, para posteriormente ser
trasladado a Zaragoza y finalmente...
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Gracias, Toño
ResponderEliminarToda una lección de historia, dando un repaso a la tradición "guerrera de nuestros conciudadanos" que sigue vigente aunque de una forma más sibilina. Muchas gracias por el esfuerzo hecho para mantenernos os informados.
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