Historia de la Escuela de Clares y sus Maestros.
En el siguiente
artículo trataremos de recuperar y dar a conocer la evolución de la enseñanza impartida
en la Escuela de Clares a lo largo del tiempo, rescatando y poniendo en
su justo valor la abnegada labor de aquellos sufridos maestros rurales que, relegados
hoy al olvido, trataron de transmitir algo del saber y la cultura a las nuevas generaciones, en un pueblo
como el nuestro (y como la gran mayoría) dormido en la ignorancia hasta años no tan
lejanos.
A todos los
maestros de pueblo o ciudad, de ayer hoy y mañana, va especialmente dedicada
esta “historia”.
PRIMERA PARTE: de 1840 a 1921
1.- LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX. EL PUNTO DE PARTIDA.
Tras
promulgarse la
Constitución de 1812, que declaraba sutilmente por vez
primera que la Educación
competía al Estado, la escuela pública nacería vinculada a los municipios,
auténticos encargados de su gestión y mantenimiento, situándose por tanto como
una institución primordialmente local. Esto provocaría una
evolución muy desigual a lo largo de la geografía española, ya que al quedar
ligada a los recursos de cada municipio, exiguos en muchos casos, no siempre se prestaría la debida
atención a la educación de los alumnos, priorizándose muchas veces que los niños ayudasen a sus familias en el trabajo o en las labores agrícolas y ganaderas,
relegando la educación a un segundo plano.
Las entonces
Escuelas de Primeras Letras en España se caracterizarían además, durante la
primera mitad del siglo XIX, por un funcionamiento eventual adaptado a esa capacidad económica local y a las campañas agrícolas, combinándose a
lo largo del año periodos en los que se impartía la enseñanza con otros en los
que los alumnos se dedicaban exclusivamente a las tareas del campo.
Los ayuntamientos estarían además encargados de buscar y pagar a los maestros, la mayoría de las veces no
titulados, que frecuentemente compaginarían la docencia con otro oficio como el
de escribano, alguacil o sacristán del pueblo para poder sobrevivir dignamente. Con ello la instrucción impartida sería
muy básica, resumiéndose en “aprender a
leer, escribir y hacer cuentas”, así como memorizar los rezos religiosos.
Estas
circunstancias se daban en Clares a finales de la década de 1840-50 cuando la
educación infantil estaba en manos del entonces sacristán, tal y como se
refleja en el Diccionario de Pascual Madoz compilado en esas fechas. Al
describir Clares se indica que: “tiene 30
casas; la del ayuntamiento que sirve de cárcel y escuela de instrucción
primaria, a la que concurren 10 niños, bajo la dirección de un maestro
sacristán que percibe por el primer cargo 5 celemines de trigo de los alumnos
que escriben, y 2 de los que sólo leen”...
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