Memoria Negra de los muleteros de Maranchón. Cuarta parte y última: “Camino al patíbulo”
Partían nuestros protagonistas de esta
triste historia, “los reos de Maranchón”, una vez concluido el Juicio el lunes
3 de junio de 1912, de vuelta a la cárcel de Guadalajara, en espera de hacerse
efectivas las sentencias a muerte impuestas a Felipe y Manuel Villavieja,
Romualdo Gilaberte, y Maria Huerta. Mientras, Ángel Cendejas y su mujer, Lucía
Astasio, iniciaban su larga condena en prisión.
La noticia de la sentencia había
corrido como la pólvora por toda España. Multitud de diarios de cualquier punto
de la geografía nacional se habían hecho eco en sus páginas del desarrollo del
juicio y su resultado final, provocando la curiosidad, el asombro y, por qué no,
el morbo de sus lectores.
Apenas había transcurrido un mes
desde la sentencia, y en Maranchón sus habitantes tenían sentimientos
encontrados. Por una parte había una sensación “de alivio” al haber terminado
el juicio, para así poder pasar página cuanto antes al trágico suceso que había
manchado el buen nombre de su amada villa. Por otro, existía una extraña
sensación de que aunque hubiera concluido, las heridas que había provocado
entre sus gentes eran demasiado profundas como para cerrarse pronto y para siempre.
Buen trabajo de investigación. ¡Cuánta historia en este artículo!
ResponderEliminarLa figura de Isabel Muñoz, chapó. Gracias a gente como ella la civilización avanza.
Enhorabuena hermano.